Y acá me encuentro, un martes a las 6:40 de la mañana, con una terrible acidez estomacal que me impide dormir plácidamente. Y en medio de una eléctrica nube de pensamientos tormentosos (O más bien un “no quiero vomitar, no quiero vomitar”), y luego de dar el sueño por perdido, repentinamente, recordé algo: Tenía un blog. Whatever21 se llamaba.
Obviamente, no es que desde el 16 de mayo hasta hoy, el blog desapareció por completo de mi mente. Aparecía espontáneamente, pero por diversas razones, nunca le pude dedicar tiempo.
De cualquier manera, la vida continuó, y llegué a diversas conclusiones:
- Entrar a la carrera del Profesorado de música, me va a costar mucho. Y si ingreso, el primer año va a ser el mismísimo tártaro.
- No tengo el más mínimo interés en escribir reseñas de discos, por lo menos hasta fin de año.
- Cuando creé este blog, escribía pelotudeces sin sentido. De hecho, decidí borrar una nota que hice en el 2009 sobre el rock nacional, porque me causaba demasiada vergüenza. En dicha nota, por ejemplo, confundía al stoner con el rock “stone”, “rolinga”, o “chabon”. Oh god, what have i done…
- El Laney HCM30r esta buenísimo, sobre todo si es tu segundo amplificador, y el primero era prestado.
- Sonic Youth es una de las mejores cosas que escuché en mi vida
…
Acabo de darme cuenta de que deje el Word abierto durante una hora. Y mi estomago se siento mucho mejor.
Me esperan aproximadamente 7 horas de facultad. En algún momento le voy a dar play a este disco en mi celular:
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