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Él Mató a un Policía Motorizado en Santa Fe (01/09/12)

Gracias a la gente de Suena Rizoma, el pasado sábado 1 de septiembre pudimos contar con la presencia de Él Mató a un Policía Motorizado en Santa Fe. Todos los que vivimos en la ciudad somos concientes de la escasez de visitas de este tipo. Y en mi caso (y seguramente el de muchos mas), la visita era de, nada mas ni nada menos, una de mis bandas argentinas favoritas. Oportunidad imperdible.

Él Mató llegaba a Santa Fe como una banda madura, más crecida que aquella primera lejana vez que vinieron a la ciudad, en el año 2005. Además de su famosa trilogía de Ep’s conceptuales referentes al nacimiento, la vida, y la muerte (Navidad de reserva, Un millón de euros, y Noche de los Muertos), los platenses tocaron en eventos importantes, estuvieron de gira dos veces en Europa, y se convirtieron en los principales referentes de una escena Argentina marginada, y con una forma muy propia de entender al rock. Como si fuera poco, se encuentran a punto de editar su esperadísimo segundo LP, que ya dio a luz su primer single: “Mujeres bellas y fuertes”.

Luego de la apertura de ÑÑÑÑ con su propuesta electro-rockera, seguido del DJ Set de Nacho y el Robot, llegó la hora de presenciar lo que todos esperábamos. Luego del cálido y relajado saludo de Santiago Motorizado, comenzaron a sonar los primeros acordes de Navidad en los santos. El pogo fue instantáneo, al igual que el coreo, y las decenas de voces repitiendo la letra. Lo mismo sucedió en Viejo ebrio y perdido, y luego, en El día del huracán, donde se produjeron pequeños disturbios entre el público que, afortunadamente, no pasaron a mayores. Siguieron las dos canciones de su recientemente estrenado single, Mujeres bellas y fuertes, con ese bajo zigzagueante a lo Pixies, y Dos galaxias, hermosísima canción de amor que supuso un break luego de la intensidad de las canciones anteriores. Pero el descanso no duró demasiado porque la siguiente canción fue Chica rutera, canción amada por la comunidad motorizada, sucedida por Diamante, la única canción que tocaron de aquel primer álbum editado en el 2004.

Se sucedieron Amigo piedra y Vienen bajando, y así transcurrió la noche, con un cantante por momentos sedado, y por otros gritando notas altísimas, dos guitarristas reminiscentes de Thurston Moore y Lee Ranaldo, y mucho mosh. En la recta final sonaron El último sereno, Día de los muertos, y la esperadísima Mi Próximo Movimiento, que se anunció como la última canción. Sin embargo, hubo tiempo para un tema más, y el elegido fue Noche de los muertos, con su comienzo baladístico, su crecimiento en tempo e intensidad, hasta el estallido en mágicos fragmentos de noise espacial. Un cierre magistral para una hermosa noche llena de ruido, barrio, amor, y fuzz.